Se rumorea que el propietario compró la casa a los herederos de Giacomo Casanova, escritor y aventurero italiano, nacido en la República de Venecia en el siglo XVIII. Casanova viajó por el mundo en busca de aventura y arte, y descubrió los lugares más auténticos y encantadores del planeta.

Una vez Giocomo Casanova vino a Brasil en misión diplomática y quedó encantado con la belleza y la vida bohemia de la Ciudad Maravillosa. En Río, Casanova conoció la felicidad y encontró el amor verdadero, una mujer salvaje, bella e inteligente, hija de caiçaras cautivó el corazón del aventurero.

El amor floreció al borde de la Laguna, y la familia creció en las afueras de Ilha da Gigóia, convirtiéndose en algunos de los primeros habitantes de la región.

Casanova bautizó a la región de Veneza Carioca y desde entonces la región se ha convertido en uno de los lugares más románticos de Río de Janeiro.